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LA ACADEMIA NORTEAMERICANA DE LA LENGUA ESPAÑOLA CELEBRA SU II CONGRESO EN LA CAPITAL ESTADOUNIDENSE

Correspondiente de la Real Academia Española

Autor: Jorge Ignacio Covarrubias  

 

WASHINGTON, DC _ La Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE) celebró su II Congreso en la capital estadounidense con la presencia del director de la Real Academia Española (RAE), Darío Villanueva, y el secretario general de la Asociación de Academias de la Lengua (ASALE), Francisco Javier Pérez, a quienes nombró miembros correspondientes.

 

Las sesiones se llevaron a cabo del 4 al 7 de octubre en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, iniciada por Thomas Jefferson, un admirador del idioma español, y contaron con la participación de académicos de 18 nacionalidades, entre ellos uno de Guinea Ecuatorial, la academia más joven de todas las 23, que tiene apenas tres años de vida. En cambio la Academia Norteamericana ya cumplió 45.

 

“El español está afianzando su posición —afirmó Darío Villanueva— como un idioma en modo alguno subalterno, sino que está en condiciones de servir sin limitación alguna a la sociedad norteamericana en convivencia bilingüe con el inglés. Y a ello contribuye desde hace 45 años la ANLE”.

 

El director de la Real Academia Española —institución que lleva 305 años de vida— anticipó que está en marcha un plan que inició hace pocos años de crear una vigesimocuarta academia, del judeoespañol, “la lengua que los judíos sefardíes, expulsados de España en 1942, mantuvieron viva hasta hoy en sus comunidades extendidas por gran parte de Europa, por el Imperio Otomano y algunos enclaves del Nuevo Mundo”.

 

Por su parte el secretario general de ASALE, Francisco Javier Pérez, manifestó en su conferencia magistral que “la cuasi media centuria de vida de la ANLE ha estado caracterizada por el empuje de un conjunto de entusiastas numerarios que creyeron en el sueño de sembrar una academia en la que se pensaba era tierra hostil para nuestra lengua. Pronto se convencieron de que no había tal hostilidad y que, al contrario, se abría ante sus ojos asombrados un campo de fertilidades para el español. Así, con la convicción de hacerlo florecer trabajaron durante décadas. Hoy contamos con una corporación consagrada al fomento de actividades por la lengua y a la realización de proyectos para su estudio e investigación. Entre otros asuntos, destacan las publicaciones, verdadera plataforma desde la que se ha ido consolidando la política comunicacional y de creación de la institución”.

 

“La Asociación de Academias de la Lengua Española, cuya Secretaría General yo represento”, agregó, “quiere felicitar a la Academia Norteamericana en esta celebración tan importante y dar apoyo a la gestión que hoy hace para el estudio, descripción, divulgación y fortalecimiento de la lengua española en este país tan promisorio para su crecimiento y expansión”.

 

En el Congreso, el secretario general Jorge Ignacio Covarrubias representó al director de la ANLE Gerardo Piña Rosales, quien no pudo asistir a las actividades del congreso por causas de fuerza mayor. En la sesión final Covarrubias hizo una presentación ilustrada sobre los muchos logros de la institución en sus dos facetas: la difusión ante el público para promover el buen uso del español en Estados Unidos y el bilingüismo, y sus obligaciones como miembro de la familia de 23 academias.