DISCURSO DEL PRESIDENTE DE LA AEGLE CON OCASION A LOS ACTOS FUNEBRES DE DOÑA TRINIDAD MORGADES
19 DE OCTUBRE 2019
Excmo. Señor Rector Magnífico de la Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial,
Excmo. Señor Vicepresidente de la Academia Ecuatoguineana de la Lengua Española,
Excmo. Señor Vice-Rector de la Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial,
Excmo. Representante del Embajador del Reino de España,
Excmos. Miembros de la Junta de Gobierno de la AEGLE,
Excmos. SEÑORES Decanos de las diferentes facultades de la UNGE,
Excmos. Señores Académicos de Número de la AEGLE,
Excmos miembros del claustro de profesores de la UNGE,
Estimados miembros de la familia de la Excma. señora Académica de Número, Doña María Trinidad Morgades Besari
Estimados asistentes a esta ceremonia de Honores póstumos a Doña María Trinidad Morgades Besari
A lo largo de la vida hay muchos acontecimientos que reúnen a las personas para celebrar algún hecho puntual y compartirlo en amistad y hermandad. Hoy nos reúne este acontecimiento de la despedida a nuestra llorada Doña Trinidad Morgades Besari, profesora, escritora, traductora, letrada, consejera, amiga, madre y Académica de Número de la Academia Ecuatoguineana de la Lengua Española.
En mi calidad de presidente de esta Academia Ecuatoguineana, africana e hispana, he tenido el enorme privilegio de compartir con Doña Trinidad Morgades el entusiasmo de ver nacer este instrumento y arma de convicción y fe en una hispanidad africana, tropical y bantú, así como la asunción del deber de luchar por el futuro de la Lengua y la Literatura en el español en y de Guinea Ecuatorial. Por eso, en este triste y doloroso momento de rendirle un merecido homenaje póstumo, me cabe, en primer lugar, hacer esta pregunta: ¿Qué decir sobre la herencia lingüística y literaria de Doña Trinidad Morgades?
Somos testigos del continuo batallar que fue la vida de Doña Trinidad Morgades, blandiendo la espada para la conquista de la palabra bien hablada y bien escrita en este bello idioma que es el nuestro, además de su pasión por la lectura de los buenos libros.
Pero para una escritora de su categoría es algo distinto, porque tiene una convocatoria existencial, un firme mensaje de optimismo, un entusiasta llamamiento a las futuras generaciones para que sigan siempre luchando por mejorar, avanzando en la búsqueda de lo imposible para alcanzar lo posible. Porque imposible creíamos que Guinea Ecuatorial tuviera académicos en una academia ecuatorial y africana de la Lengua Española, esta lengua que es un gigante de más de 500 millones de voces, que evocan el habla del Quijote de la Mancha, espléndidamente transcrita por la rebelde y aventurera pluma de Don Miguel de Cervantes Saavedra, pero lo conseguimos al final, a través de reuniones interminables en el Centro Cultural y a veces en casas privadas, un día sí y otro también, un mes sí y una semana también.
Porque quienes como tú y nosotros escribimos y creamos, buscamos el reconocimiento público, reconocimiento que en su día logramos conseguir de los poderes públicos, que accedieron a brindarnos su apoyo incondicional para la creación de la Academia Ecuatoguineana de la Lengua Española.
Academia con la que tú, como madre, con los cuatro primeros Académicos Correspondientes de la RAE, nos capitaneaste en el continuo batallar por salir del anonimato e integrarnos en el rico y multidimensional mundo de la hispanidad radiante, valiente y pujante que está imponiendo hoy fe y convicción en el mundo.
Por eso, nuestra querida Doña Trinidad Morgades Besari, no podemos despedirte con tristeza, porque nunca supiste estar triste, porque nunca abriste las puertas de tu espíritu al desánimo y a la desesperación. Solo podemos mirar al cielo, a la inabarcable bóveda que cubre nuestras limitaciones en el espacio y el tiempo, para decirte “Muchas Gracias” y prometerte que daremos lo mejor de nosotros, en honor a esta institución por cuya creación luchaste hasta el final y que también amaste con la fuerza del amor sincero, para conservar, robustecer y consolidar la herencia lingüística y literaria que has dejado en herencia cariñosa al pueblo de Guinea Ecuatorial.
Trinidad Morgades ha dejado como legado a nuestra Academia la “cátedra” del bueno y coherente hablar y escribir. Ha tenido Doña Trinidad una “pluma” de finos destellos literarios lingüísticos y brillante estilo académico.
Aguerrida y valiente defensora de su tradición “crió”, supo casar ambas concepciones de la vida y sus circunstancias, en un único himno a la diversidad, asumida y enriquecida con aportes literarios de nuestro hispano-bantú idioma del África ecuatorial.
Trinidad Morgades: escribió Mario Benedetti que (y cito): “la muerte es solo un síntoma de que hubo vida”, (fin de cita); Jorge Manrique, por su parte afirmaría, en un poema lleno de nostalgia y rebeldía por la pérdida de su querido padre, que (cito);
“Nuestras vidas son los ríos
que van a dar al mar
que es el morir,
allí van los señoríos
derechos a se acabar y consumir,
allí los ríos caudalosos,
allí los otros medianos e más chicos,
allegados, son iguales,
Los que viven de sus manos
E los ricos…”
Por esta, y por tantas otras razones, la Academia Ecuatoguineana de la Lengua Española, tu AEGLE, no olvidará tu herencia, tu aporte, tu ejemplo, entusiasmo y entrega abnegada para el bien de nuestras letras.
Querida Trinidad, hermana, madre y amiga, decirte que vamos a echar mucho de menos, mientras transcurras por la senda de la eternidad divina.
Sabremos siempre escuchar tu voz inconfundible, apreciar en nuestras memorias tu mirada sincera, sentir tu corazón seguir latiendo fuerte por todos los que, como tú, han abrazado y valorado los principios de nuestro ideal lingüístico cervantino.
Doña Trinidad Morgades Besari, con un canto sincero de respeto y admiración, porque sabemos que no nos quieres tristes y rendidos, te deseamos un feliz retorno a la eterna morada del dador de las palabras buenas, sabias y creadoras de la vida, que es Dios.
DESCANSA, PUES, EN LA PAZ DEL TODOPODEROSO